por Axel Marco, Graduado en Terapias Naturales, Terapeuta e Investigador de Biomagnetismo.
¿Quién no conoce la varicela? Esta enfermedad suele asociarse principalmente a la infancia, una predecible pesadilla para los padres donde la mayoría de los niños experimentan esta infección viral caracterizada por la presencia de vesículas y picazón en la piel. Sin embargo, esta pesadilla no acaba aquí, ya que el virus de la varicela no se limita únicamente a los más pequeños y puede tener implicaciones más serias en la salud a lo largo de toda la vida. Aunque la mayoría supera la enfermedad sin complicaciones en la infancia, el Virus Varicela Zóster (VVZ) permanece inactivo en el sistema nervioso, específicamente en el área del nervio trigémino y los ganglios espinales, dando lugar a un estado latente del virus, es decir, el virus se “esconde” dentro de las neuronas donde no llega el sistema inmunitario ni los medicamentos modernos, esperando su oportunidad para reactivarse y atacar otra vez, ahora con nuevas y peores consecuencias que parecen sacadas de una película de terror.
Aunque la mayoría supera la enfermedad sin complicaciones en la infancia, el Virus Varicela Zóster (VVZ) permanece inactivo en el sistema nervioso, específicamente en el área del nervio trigémino y los ganglios espinales, dando lugar a un estado latente del virus, es decir, el virus se “esconde”
El nuevo brote es llamado herpes zóster, ¡SORPRESA! este esquivo virus pertenece también a la familia de los herpes de los que hemos hablado en artículos anteriores y se manifiesta como una erupción aberrantemente dolorosa en la piel, a menudo en forma de una banda o parche a lo largo de un lado del cuerpo, a la que también se le conoce como “culebrilla” o “faja de la reina” y que discurre a lo largo del dermatoma (vía nerviosa) afectado, seguido de una erupción vesicular distintiva. Las ampollas, similares a las de la varicela, se llenan de pus, se rompen, forman costra y finalmente desaparecen, un proceso que puede durar de cuatro a cinco semanas.
Aunque el herpes zóster es más común en personas mayores de 40 años o con sistemas inmunológicos debilitados, puede reactivarse en aproximadamente el 10-20% de quienes han padecido alguna vez la varicela ¡y eso incluye a más del 90% de la población!
Y quizás pienses: “Bueno, entonces analgésicos o antiinflamatorios y ya está, ¿no? Y alguna cremita para la piel” Pues no, desgraciadamente la reactivación del VVZ no es solo una cuestión cutánea. Puede dar lugar a complicaciones graves, como la neuralgia posherpética, un trastorno doloroso causado por el daño a los nervios, persistente incluso después de que la erupción haya desaparecido. Además, el virus puede provocar diseminación cutánea, mielitis (inflamación de la médula espinal), herpes con dolor en ojos (1) y oídos (pudiendo provocar ceguera y pérdida de audición), parálisis facial, vértigo, y en casos extremos, hepatitis en pacientes inmunodeprimidos.
Asimismo, se ha observado que la reactivación del VVZ puede estar vinculada a condiciones como la esclerosis múltiple (2), la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la enfermedad de Alzheimer, enfatizando la importancia de comprender y abordar el herpes varicela zóster más allá de su apariencia inicial. También se ha investigado la conexión entre el VVZ y el desarrollo de ciertos tipos de cáncer (3) como linfomas, especialmente en pacientes inmunodeprimidos.
Ahora la MALA noticia: Según la medicina moderna, hoy por hoy, no existe cura para erradicar del organismo ningún herpes…
Y como se suele decir, las noticias no llegan solas, así que aquí viene la BUENA:
La terapia con campos magnéticos estáticos ha demostrado ser eficaz para aliviar los síntomas del herpes zóster, reducir la duración de los brotes y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen (4). Además, este enfoque terapéutico puede ayudar a prevenir complicaciones asociadas con la reactivación del virus, contribuyendo así a mantener un estado óptimo de salud. En ISMET, somos pioneros en el estudio de los efectos del biomagnetismo y del par biomagnético para el tratamiento coadyuvante en enfermedades asociadas a los virus herpéticos. Bajo la guía experta del profesor, terapeuta e investigador Axel Marco, especializado en biomagnetismo y par biomagnético, hemos desarrollado protocolos innovadores para abordar los síntomas del herpes varicela zóster. Nuestro enfoque no solo busca aliviar los síntomas, sino también prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de quienes han experimentado el herpes varicela zoster. Te invitamos a ponerte en contacto con nosotros para obtener más información sobre cómo podemos ayudarte a mantener un estado óptimo de salud y prevenir las complicaciones asociadas con el herpes varicela zóster. Tu bienestar es prioridad en ISMET, tu centro de bienestar integral en Barcelona.
Bibliografía: